top of page
Buscar

¿Necesito terapia? Preguntas frecuentes y señales que pueden ayudarte a decidir

Decidir comenzar un proceso terapéutico no siempre es fácil. Muchas personas se preguntan si lo que sienten “es suficiente” para ir a terapia, si sabrán cómo empezar o si lograrán abrirse en ese espacio.

Si estás en ese punto de duda, esta nota es para vos.


¿Cómo saber si necesito terapia?

La respuesta corta es: no hace falta “tocar fondo” para pedir ayuda.

Ir a terapia no es solo para quienes atraviesan crisis profundas. También es para quienes quieren conocerse más, resolver bloqueos, mejorar sus vínculos o desarrollar mayor bienestar emocional.

Algunas señales que pueden ayudarte a decidir:

  • Sentís que estás estancado/a o que no podés salir de ciertos patrones.

  • Te cuesta manejar tus emociones o te desbordás fácilmente.

  • Tenés síntomas como ansiedad, insomnio, irritabilidad o tristeza frecuente.

  • Estás atravesando una pérdida, separación o cambio importante.

  • Te resulta difícil poner límites o priorizarte.

  • Viviste situaciones que te marcaron y todavía duelen.

  • Quisieras sentirte mejor, pero no sabés por dónde empezar.

Si alguna de estas frases resuena con vos, es una buena señal para considerar una primera entrevista.


Preguntas frecuentes sobre la primera sesión

¿Qué pasa en la primera entrevista? Es un primer encuentro para conocernos. Vas a poder contar qué te trae, cómo te estás sintiendo, qué te gustaría trabajar. También podés hacer todas las preguntas que necesites. No es un compromiso para continuar, sino una oportunidad para ver si sentís que este espacio puede ayudarte.

¿Tengo que contar todo desde el primer día? No. Podés compartir lo que te sientas cómodo/a diciendo. Vamos paso a paso, a tu ritmo. Lo importante es que te sientas en un entorno seguro para ir abriéndote de forma natural.

¿Cómo me preparo? No necesitás preparar nada especial. A veces ayuda anotar antes qué te gustaría decir, qué dudas tenés, o simplemente registrar cómo te estás sintiendo. Pero si no sabés por dónde empezar, también está bien. Justamente, de eso se trata: de ir encontrando juntos un punto de partida.


¿Y si me cuesta abrirme?

Es totalmente normal. Muchas personas sienten vergüenza, miedo o desconfianza al comienzo. La terapia no es un interrogatorio ni un examen. Es un espacio donde no tenés que rendir cuentas ni mostrarte “fuerte”.

A veces, lo que cuesta no es contarle algo a un terapeuta, sino decirlo en voz alta por primera vez. Por eso, respeto tus tiempos y construimos juntos un vínculo basado en la confianza, no en la presión.

La resistencia a abrirse no es un obstáculo: es información valiosa sobre tu historia, sobre lo que tuviste que hacer para protegerte. Y también se puede trabajar.


🌱 Pedir ayuda es un acto de cuidado

Empezar terapia no es un signo de debilidad, sino de coraje. Es darte el permiso de mirar hacia adentro, de conocerte, de crecer. Si sentís que es momento de priorizarte y empezar este camino, podés escribirme. Voy a recibir tu consulta con respeto, calidez y profesionalismo.


💌 ¿Querés agendar tu primera entrevista o hacerme una consulta?

 
 
 

Entradas recientes

Ver todo

Comments


bottom of page